262. GRISES

Del dicho absoluto al hecho… hubo un adolescente.

-… es que soy el ÚNICO, Mamá…

Cuánta “absolutividad”, pobre hijo mío. Ser el único de todos los otros, ¡qué precisión! Tanta exclusividad debe ser difícil de manejar.

-… Mamá, NUNCA me dejas…

Cuánta contundencia. Pobre niño de mi corazón, dice que jamás de los jamases lo dejo hacer aquello que sí hacen todos los demás. Parece que en ningún tiempo ni espacio, en ningún lugar en toda la vida, lo dejo.

-… TODOS van a faltar, Mamá…

Cuánta totalidad. La integridad del conjunto entero de la clase va a faltar. Dice mi hijo que cada uno de todos sus compañeros se ausentará. Lo dice con conocimiento de causa.

-… NADIE la pasó, Mamá…

Qué exterminio. Cuánta crueldad toda junta. Y yo que casi me enfurezco con él. Dice mi tesorito que, tanto él como absolutamente todos los que forman parte del grado completo, desaprobaron el examen. Qué salvajada.

-… yo SIEMPRE ayudo, Mamá…

Que injusticia la mía. Mi niño adolescente dice que ayuda en casa de manera perpetua, persistente, constante e invariable. Dice que me auxilia en casa de manera continua y yo no estaría reconociendo semejante compromiso.

-… Ayyy Mamá, no entendés NADA…

Y cuando dice nada, dice nada. Carencia absoluta de entendimiento. Dice que no comprendo, que no discierno, que no interpreto, que no pienso, que no concibo, que no juzgo. Mi adorado hijo adolescente dice que ignoro la totalidad de las cosas.

-… Sabes que ODIO que me toques el pelo…

Cuánto aborrecimiento. Un simple roce, una simple caricia y el desencadenamiento de una aversión primaria. Un sentimiento de ira incontenible. Todo lo negro, todo lo vacío, todo lo oscuro.

Del dicho extremista al hecho realista, hay experiencia.

-¿Sabés qué es lo que más me molesta de tus discursos, mamá?

-¿Qué hijito mío?

-El tono… eso es lo que más me molesta mamá.

-Ya sé, mi amor. Mis tonos grises te molestan. Son simples tonos entre tus extremos. Ya vas a crecer y vas a suavizar tu negro y alborotar tu blanco, quedate tranquilo. Es solo cuestión de tiempo…

Y yo amo la adolescencia con todo mi ser. La amo con locura. Aprendí a no confrontarla. Es lo que es, y no le pidas más.

O blanco puro e inmaculado… o negro oscuro, sombrío y triste. En la vida de un adolescente no hay lugar para la paleta de los grises. Es todo o nada. Es siempre o nunca.

Del dicho adolescente al hecho… ¡hay infinitos tonos de grises!

#Madre #Hijos #Humor