173. S.O.S.

173. S.O.S. Mi suegra, cuánta razón tenía… Siempre pensé que si a uno de mis hijos le dolía la panza, había que llamar al doctor. Si se me perdía el pasaporte en Ruanda, había que llamar al embajador. Si me estafaban en Movistar, tenía que llamar a Defensa del Consumidor. Si se me prendía una luz roja en el tablero del auto, había que llamar al servicio mecánico. Si se me incendiaba la casa, sabía que debía llamar a los bomberos. Qué sé yo, son esas premisas que se aprenden al andar. Bueno. El sábado empleé este conocimiento innato. Llegué a casa, me bajé del auto, y un vaho a gas tremendo me alertó a que hiciera el llamado correspondiente. Enseguida analicé los datos en mi cabeza y de lo inferido se desprendía lo siguiente: OLOR A GAS – LLAMAR A GAS NATURAL. -Gas Natural urgencias, buen día. -Hola, ¡que tal! Te cuento. Acabo de llegar a casa y huelo mucho olor a gas. -Perfecto señora, le tomo los datos y enviaremos una cuadrilla a la brevedad. La cuadrilla de tres matones llegó a la hora. Miraron, picaron, rompieron y sin el menor sentimentalismo cerraron la llave de paso y le pusieron un precinto. -Sra, hay una fuga de gas importante. No es del medidor, viene del interior de la casa. Llame a un gasista matriculado para que le arregle la pérdida. Después llámennos y pida un inspector. Si todo está en regla, inicie los trámites para la reinstalación. -¿Y eso cuánto tarda? -Yyyyyyy… No sé señora. -¿Y uds pueden darme una lista de gasistas? -No, señora. De todas formas, ni hoy ni mañana la van a atender. Llame el lunes al área comercial. Hasta luego. Y ahí nomás, con el “Que tenga un buen día” me largué a llorar. Pensaba en el frío, en las duchas, en el horno, en cómo iba a decírselo a mi marido. Se lo informé por mensaje de texto. Por suerte me preguntó una sola vez quién había llamado a Gas Natural. Le debo haber dado pena porque no lo mencionó más. Claro que, en lo que va del fin de semana, un millar de personas hicieron las mismas acotaciones: -Nooooo… ¿Cómo que llamaron a Gas Natural? Es lo último que hay que hacer. -Nooooo… ¿Llamaste a Gas Natural? Te va a tener 6 meses sin gas… con suerte. Qué sé yo, para mí era una premisa. Ahora desconfío de todo lo aprendido en la vida. No sé cuándo llamar al 911 o cuándo pedir una entrevista con el rector de la secundaria. No sé llamar y encargar una pizza o un turno para depilarme. No sé. Hoy tengo mucho miedo de levantar el tubo del teléfono rojo y ocasionar una guerra entre Estados Unidos y la Unión Soviética... Tengo frío, y tengo ganas de comer algo casero, y quisiera bañarme en casa, y quiero llorar, y ¡hoy es mi cumple! Estoy muy sensible. Mi suegra, cuánta razón tenía. Ella siempre decía: “El que hace es criticado”. Yo solamente quería avisar que percibí olor a gas...

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