top of page

117. PRIMERIZAS

  • Pajas Bravas
  • 24 nov 2014
  • 5 Min. de lectura

Primeriza.jpg

Quiero pedirles disculpas, en general, a todos. A mi marido sobre todo, a mi mamá y a mis hermanas en segundo lugar y luego a mis cuñadas y amigas. También a mis conocidos, a mis compañeras de trabajo, a las embarazadas que esperaban en la sala de perpetua espera en el consultorio del obstetra y a las vendedoras de los locales de ropita para niños. Quisiera pedirle perdón a todas las personas que me sonrieron por compromiso en la calle, en el supermercado, o en el diario vivir, sonrisa que interpreté como que les conmovía mi estado y fue el punta pié inicial para contarles todo eso que les conté. Cómo confunden las hormonas, eso lo entiendo ahora a la distancia. Es que cuando una está embarazada, sobre todo cuando una es primeriza, parecería que aquel ser tan chiquitito no hubiera anidado en el útero sino dentro de la corteza cerebral, ya que (literalmente) no es posible pensar en otra cosa. I. -Que divina tu pancita, ¿de cuanto estás? -¡Ay gracias! Estoy de veintisiete semanas y cuatro… No, pará, cinco días. II. -Gordi, mientras me pongo crema de caléndula en la zona de los pechos por el temita de que se agrietan, ¿no me ayudas a ponerme la que tiene vitamina A en la espalda? Ya me puse en la panza y en las piernas, pero tengo miedo que me salgan estrías en la zona baja de atrás, ¿no? III. -¿Y? ¿Te hiciste la ecografía? -Ayyyy siiiiiii… Casi me muero, no sabés que divino!!!… Pará, la tengo impresa en mi cartera… Mirá, te morís… -Waw, divino. ¿Ese cosito redondo es el bebé? -Noooo, no, ese es el saco embrionario. Adentro está Juan Ignacio. Ves esa mancha negra, eso es líquido, y justo en el medio ese puntito, ese es Juani. Un milímetro y medio, casi dos. Me largué a llorar. IV. -Holaaa Maaaa, tengo el video VHS con la ecografía de Pedro. ¿Te parece que vayamos a cenar y la vemos? -Dale gordita. Venite. Preparo cazuelitas de pollo, ¿queres? -Buenísimo. (…) -Es un poquito confuso, pero en el minuto 3:52 se ve la carita en ese costado. Es un segundo, hay que estar atentos… Eso que se mueve es la piernita… Snif. -No gorda, eso es el cordón. ¿No te acordás? Esto mismo te pasó esta mañana amor, te largaste a llorar cuando lo viste y el ecografista te dijo que no era el bebé. -Ahhh, no. No me acordaba. -Yo estoy vieja, no entiendo mucho. Entonces eso que se mueve, ¿qué es? -¿La verdad? Ni idea, suegri. Es todo líquido, salvo eso que es el cordón. -Snif… Ma, pasame una carilina. Esto es muy fuerte para mí… Ahí viene la carita… Apapapa… ¡AHÍÍÍÍÍ! ¿La vieron? -No. -No. -No. Huelo que algo se quema, no será el pollo, ¿no? VI. -Gordi, me prometiste que ibas a venir. Es reee importante para mí que vayamos juntos. Es la primera vez que vamos a sentir a nuestro hijo. -Ya sé amor, pero me mandó un mail mi jefe y puso la conferencia telefónica a esa hora. ¿Qué querías que le dijera? -Qué a esa hora tenías turno para estar por primera vez junto a tu hijo. Eso esperaba que le dijeras. -Dejame ver como lo manejo. Y así, ambos agarrados de la mano, con el doctor de testigo, sintiendo por primera vez a nuestro hijo. TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC -No se asusten, es normal que escuchen el corazoncito latiendo así de rápido. Se pueden oír hasta 170 latidos por minuto. TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC -Snif… TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC -¿Estás bien gorda? TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC -Pasame una carilina. No puedo creer esto, es muy fuerte. Escuchalo gordo, es un torito. Es igualito a vos. Grabalo, gordo. ¡Grabalo!… Snif… pasame otra carilina. TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC – TUC VII. “Hola Chiquis: Les cuento que hoy lo ví al médico. Estoy de doce semanas. Ya decidimos, es Matías o Paula. Dejó de tener los ojitos a los costados de la cara, los tiene más cerca de su posición final. Y las orejas también, casi en forma. Ya puede cerrar los deditos y tiene unos cuantos reflejos. Puede succionar, ¿no es impresionante? Me parece tan inteligente. Mide unos cinco centímetros, es como una lima…. Ayyyy, como extraño la caipirinha!!! Pero no estoy tomando nada de alcohol, ni como quesos blandos. El otro día me sirvieron la carne jugosa, y pedí que me lo cambien por ravioles, casi me muero. Bueno chiquis, gracias por toda la buena onda de siempre. ¡Las quieroooo! Valy PD: Uds, ¿bien? VIII. -¡Gordiiiiiiiii, vení a ver estoooo! -¿Qué pasó amor? -¡Vení, vení! Se me salió el tapón. -Gorda, ¿vos me estás jodiedo? No quiero saberlo. -¡Qué insensible! ¿No ves lo importante que es todo esto para mí? -Listo, se me cerró el estómago. Comete mis papas si querés, yo me voy a caminar… Como les decía, a la distancia lo veo y entiendo lo apasionadas que somos las que atravesamos esta etapa tan divina y tan vehemente por primera vez. También es cierto que una está tan llena de hormonas desestabilizantes y miedos entrañables que, sin saber, esconde todo como puede bajo este manto de intensidad absoluta. Miedo a lo desconocido, a no saber hacerlo bien, a que algo salga mal, miedos que liberamos como podemos. Yo tuve un solo antojo real, y exageré con el dolor de algunas contracciones. Pero al final, cuando todo esto pasa, cuando ya no quedan ecografías para hacer, cuando ya no tiene sentido seguir encremándose porque la piel no seguirá cediendo, cuando no queda tiempo para mandar un último mensaje a tus amigas, las cartas finalmente se echan. Y, de estar constantemente acompañada de tanta gente amorosa, y rodeada de ropitas nuevas y regalitos, llega el verdadero tiempo en donde una está completamente desnuda y sola. Y es una soledad linda, una de verdad. Es la panza y yo. De golpe se terminan los miedos, es la intimidad de una madre frente a la llegada de su hijo. Llega el momento en donde hay que soportar los embates de las contracciones (que en nada se parecen a las otras), y hay que pujar con robustez por la llegada de ese bebito que, de cierto de cierto os digo, no se había albergado en la corteza cerebral, ni tampoco en el útero, creo que es en el corazón dónde siempre estuvo anidado. Si vos sos primeriza, ¡yo te banco!

 
 
 

Comments


¿Quién está detrás de
Pajas Bravas? 

Me llamo Valy. Desafortunada en el juego, tengo toda mi fortuna en casa. Soy mamá de tres varones y de una mariposa que voló hace cinco años. Atrapada en un duelo durísimo, encontré la salida a través de Pajas Bravas, el rincón que me liberó y desde donde hoy simplemente escribo...

 

Y justo, cuando la oruga pensó que era el final, se convirtió en mariposa

Recipe Exchange @ 9pm!

Temas Relacionados
También en Facebook
  • Facebook Basic Black

Pajas Bravas  en Facebook

Mis Sponsors

© 2023 by My Weight Lost Journey. Proudly Created with Wix.com

bottom of page