94. ÉL, Y SU VERSIÓN DE LOS HECHOS (Parte I)

94. ÉL, Y SU VERSIÓN DE LOS HECHOS (Parte I) -Buen viaje amor, que tengas una buena semana. -¡Gracias, Gordita! Cuidame a la tropilla. Nos vemos el viernes. Igual, cualquier cosa, nos hablamos. -¡Dale! Tratá de no llamarme a las 19 hs que es el peor horario para hablar. -Siiii gordiiiiiita, ya lo sé. LUNES -Hola gorda, ¿cómo estás? ¿Cómo están los chicos?... ¿Yo? Acá estoy. Acabo de terminar la última reunión y frené un minuto a tomar un cafecito frente a la plaza. Tenemos que venir juntos alguna vez… Bueno, bueno. Parece que estás apurada. Hablamos después, te llamo a la noche… MARTES -¡Hola gordita! ¿Cómo estás? Te escucho alterada... Uy, que voz. ¿Llamo en mal momento?... Bueno, te hablo rápido entonces. Estaba volviendo al hotel y me crucé con, ¿te acordás ese cliente que me había presentado tu primo, el de la casa en Olivos? Bueno, me dijo que su mujer te conoce del colegio y… Pará, es largo y no es importante, ¿querés que te llame más tarde?... Me parecía… MIÉRCOLES -Hola gordita, ¿qué pasó? ¿Por qué tanto grito?... ¡Epa! Bueno gordi, son chicos. Aflojá un poco… Todo bien, acá estoy. Sentado con una cervecita haciendo tiempo. Creo que voy a cenar en el hotel. Hacen un lenguado con puré de espinaca increíble… Bueno, veo que no estás de humor para charlar un rato… Te llamo más tarde… JUEVES -Hola gordita… Uy, que poca onda gorda. Qué voz de cansada… ¿Cómo que pintó las paredes? ¿Con qué?... ¡¿Qué?! No te entiendo. ¿A mí me hablas?... Bueno, pero no parás de ladrar, gorda. Vivís de mal humor… Uy, otra vez con el temita del horario de mi llamado, gorda. Si te llamo siempre en este horario es casualidad, no tengo puesta la alarma a las siete para jorobarte, ¿sabés?… ¿Me hablas a mí? No entiendo… Bueno gordi, parece que estás siempre de mal humor… ¿Por qué me preguntas si me estoy yendo a dormir con ese tonito irónico? No, no, no me estoy yendo a dormir. Tengo que checkear mails todavía. Yo no tengo la culpa de viajar, es mi trabajo. Si a vos te quedan grandes las tareas de la casa… Bueno, dejá. No sé para qué te llamo a esta hora, nos hablamos a la noche… Te amo… Chau. Realmente, no sé para qué la llamo a la tarde. Debería llamarla únicamente de noche. ¡Qué poco valora lo que hago!

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