88. ¡SE PUEDE!

Hoy estoy tan positiva, que empalago. Y lo aclaro, porque no es muy característico de ésta Paja Brava que escribe.

Hoy soy el Claudio María Domínguez de las redes. Literalmente, no entro dentro de mí. Un mail, una buena noticia, y mi espíritu rebalsa. Dejen que comparta con Uds todo este mosto concentrado de alegría porque de otra manera, reventaría.

¡Se puede! Créanme que se puede. Se puede alcanzar un sueño. Se recontra puede. No importa la edad, ni las contrariedades, ni la inexperiencia, ni nada. Si está en uno animarse, ¡se logra! Hay que saltar, soltarse, desenvolverse, desenroscarse y volar. Creérsela un poquito y alucinar el resto. Quedarse al desnudo puede ser incómodo, y en ocasiones, ingrato. Pero cuando existe ese sueño, y hay voluntad, perseverancia y tenacidad, se alcanza.

Sobran ejemplos de personas que han logrado llegar a la meta. Algunas veces con ayuda de algún contacto o poseyendo carta de porte de apellidos distinguidos, pero muchos a costa de sudor. Yo no soy la nieta de Mirtha, ni heredera de George Soros. Soy conocida únicamente en el colegio de mis hijos, donde me quieren; y en la prepaga, donde no me quieren. Crecí con el apodo familiar de Oscarcito (mi papá) y el legado de estudiar contabilidad. Fui un diez frecuente en la primaria y un bochazo constante en la universidad. Claramente, algo no andaba bien. Mi segundo apodo espantoso, Pajas Bravas, formó parte de mi odiada adolescencia. Si no me quería mucho para entonces, ahora manifiestamente, me odiaba. Me volví tímida e insegura. La pérdida de mi hija tampoco colaboró con mi pesimismo pertinaz. Con todo este currículum me costó creer que había algo que valiera la pena rescatar. Ahora viene el shock de positivismo.

Las segundas oportunidades que te da la vida, no se venden en Soleil Factory. No son promociones, ni remanentes. Son simientes, semillas que florecen. Una nueva pareja, un hijo, una flamante idea o propuesta, o inclusive, haber alcanzado ese sueño tan delirante.

Se puede. Fantaseen, imaginen y busquen. Seguro que tienen algún pendiente que les produce dolor de panza porque morirían por lograrlo, pero les da terror. Tírense de cabeza, la pileta se llena con la constancia y firmeza que le agreguen a la paciencia que ya reposaba en el fondo. Estrenen esta sensación de locura positiva, se las recomiendo.

¡Buen fin de semana, bravitos!

#Motivación