85. COLOQUIOS DE DIVERSIDAD RELIGIOSA
- Pajas Bravas
- 22 ago 2014
- 2 Min. de lectura
Soy mamá protestante de hijos católicos intentando encastrar mis creencias con las de ellos.
-Ma, ¿porqué no crees en la Virgen?
-Sí creo, gordito. Ya te expliqué. Creo que fue una mujer increíble. Si Dios la eligió para criar a su Hijo, debe haber sido la mejor de todas las mujeres. Pero no creo que ella sea más importante que Jesús, ni que interceda por mí, ni...
-Pero, ¿viste lo que pasó en la Parroquia de La Merced? Se incendió el techo y la Virgen se salvó. Le sacaron una foto, mirá el rayo de luz. Es un milagro. ¿Viste?
-Gordito, se incendió el techo. ¿Cómo no va a entrar luz?
-Sí, ¿pero viste que no se incendió la Virgen?
-Porque está en el piso, amor. Se incendió el techo.
-Sí, pero ¿viste cómo se ve la luz? Como un milagro de la Virgen.
-Se ve así porque la iglesia está llena de humo. Amor, no quieras que piense como vos. No va a pasar. Tampoco quiero que vos pienses como yo. Convivamos, ¿te parece? Pero ya que estamos, te hago una pregunta. ¿Cuántas vírgenes hay?
-Una.
-Y entonces, ¿por qué está la de Guadalupe, la del Rosario, la de Luján? Como les gusta a Uds los católicos la virgen, che. ¿Por qué no se conforman con una sola y le dedican más tiempo a Cristo? Lo que me gustaría es que le destinaran más horas de estudio a la Biblia y no tanto a los rituales. Me encantaría que rezaran menos de memoria y hablaran con Dios directamente y le pidan perdón y le agradezcan simplemente a Él. Porque…
-Ma, no quieras que pensemos igual.
Ellos quisieran que yo me rindiera frente a sus dogmas, y yo desearía que mamaran más de mis creencias. Aunque esto no ocurra nunca, estas charlas son divinas. Divinas tanto porque son momentos que nos enaltecen así también porque en ambos discursos es a Dios a quien amamos.
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