55. CRECER SIN GUÍA

(Un simple pensamiento en ésta actualidad que nos desborda). Si yo fuera la mamá de alguno de éstos chiquitos que sufre el maltrato de otros… Trato de imaginármelo pero no puedo. No tengo idea de cómo reaccionaría. Podría dispararse la madre sobre protectora que llevo dentro y provocar desmanes. Todo concluiría en una tragedia shakesperiana y tras las rejas. O podría volverme preservadora de la vida y defensora de los derechos, y en éste caso buscaría refugio bajo el manto de la ley. La violencia también podría abatirme y dejarme postrada en cama abrazando sentimientos de condolencia y lástima. Podría implosionar y desaparecer en soledad, o explotar y llevarme a todos conmigo. Cualquier variable es válida. Lo que sí sé, es cómo reaccionaría si fuera la madre de esas criaturas que se mueven en malón y arrastran en sus venas maldad. Si yo fuera la mamá de uno de éstos chicos ponzoñosos de mano larga y discursos virulentos, les extirparía sus intenciones con mi sola mirada. Quedarían paralizados frente a una persona más determinada que ellos, en estado de shock soportando quizás por primera vez, un torbellino de correctivos y disciplina. Los encauzaría para que dejen de flotar estancados en agua podrida, los encarrilaría para que avancen hacia un destino. Orientaría sus vidas y los inspiraría. Los ayudaría a ser personas empáticas. Los rehabilitaría. ¿Dónde están los padres de éstos chicos?

#Reflexión