29. MUJERES

Me levanté con un mensaje en el celular. Una amiga, de estas amigas calendario de las que hacía referencia en “MEMORIA SELECTIVA” me saludaba por el Día Internacional de la Mujer (Gracias Maca!). Yo, para no perder la coherencia, no estaba ni enterada. ¿Por qué no seré ordenada en mis escritos? Debería revisar las efemérides o contratar a estas dos amigas que son perfectas agendas orgánicas, pero no funciona así. Exigida y obligada no me activo. Aunque… el tema de la mujer, y un poquito más el de la mujer mamá, es un tema que me apasiona. Entonces, en esta ocasión, casi por casualidad, quiero acariciar el alma de esto que somos. Porque hay mucho por acariciar. Muchas veces son almas en pena de penas ajenas. Creo que la mujer es muy desprendida y sumamente servicial. Tienen la capacidad de dejar de lado sus temores y sus ansiedades, cuando es un marido el enfermo o quien perdió el trabajo. Aíslan sus sentimientos cuando ven un hijo sufrir, hacen propio el padecimiento del niño, ahogan la angustia y sonríen para transferir paz. También son, somos antónimos. Caritativas y misericordiosas, celosas y sanguíneas. Una mujer feliz es la alegría del hogar, una colérica puede ser un tsunami devastador arrastrando consigo el humor de toda la casa. Románticas, tiernas y sensibles. Pero también tan despechadas y mal paridas que nos volvemos irreconocibles. Melancólicas lloronas y alegres cantoras. Somos esto, humanas. Ahora, lo que no somos, es prescindibles. Hay de todos los gustos, colores y tamaños. Más tímidas, más calentonas, más preocupadas por lo estético, más maternales, más CEOs de multinacionales, seres admirables y llenas de nobleza, algunas que dan vergüenza, viudas llevando solas el peso de la familia, algunas que no pueden con sus vidas, inclusive Hitler consiguió una a su medida. Acá estamos, somos mujeres, innegablemente merecedoras de este homenaje. ¡Feliz día chicas!

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