top of page

11. MI RELOJ INTERNO

  • pajasbravas
  • 2 ene 2014
  • 2 Min. de lectura

Una sola vez, con la ligereza con la que hablo de mis escasos años vividos, la adultez me sopló un sopapazo en la cara y me ubicó. Trabajo desde muy jovencita en el mismo colegio y, cuando ingresé era la más chiquita. Los años fueron pasando de manera ordenada y perseverante, uno a uno, sin amontonarse. Pero por algún motivo, no me vi acorralada. Para mis aden...tros, yo seguía siendo la más chiquita. Renovaron el staff año tras año, chicas nuevitas fabricadas en serie estrenando estrías violáceas. Las vi pasar de marzo a diciembre meneando pantaloncitos ajustados sobre caderas estrechas que no cedieron ante ninguna dilatación craneal. Para mi cabeza tergiversante, las chicas, mis pares. Me las he encontrado sentaditas en sala de maestros cortando corazoncitos, hablando de nada. Yo, con mate cocido en mano, galleta de agua y en posición extremadamente canchera apoyada sobre la pared con una piernita doblada formando un cuatro alcohólico en ademán de elongación de una actividad física que hace dieciséis años que no realizo, les saco tema. Creo que tenemos mucho en común. El Divino, Fuddruckers… no me entienden. Les pregunto algo más actual, tanto para ellas como para mí, el viaje de egresados. Ponemos mucho esfuerzo en encontrar puntos de conexión entre sus Bariloches modelo 2010 y mi Bariloche 1997. Que incómodo. Casi no los hay, la blancura de la nieve tal vez. Largo la galleta, no da. Sin pedir permiso, con la prepotencia de mi fingida pubertad insolente, les afano una melba. Quisiera poder unirme a una de sus salidas de martes por la noche, pero se me complica mucho llegar a casa, dejar la cena lista para todos, conseguir niñera para el bebé, explicarle language a Juancho para la prueba del miércoles… ni hablar del atuendo nada acorde. Les pregunto por la tienda de ropa adolescente “Como quieres que te quiera”, me proponen la de jóvenes/adultos “Akiabara”, me ocultan la de maduros “Portsaid”. Disimulo el impacto con algún chiste zonzo sin mayor relevancia y salgo eyectada de la sala de maestros. Que les aventajo 15 años es un hecho, eso dice mi D.N.I., pero tengo que repetirlo para recordarlo porque no lo creo. ¿Será que distorsiono la realidad? ¿O sinceramente no de notará la diferencia? Claramente no se nota. Esto mismo le comenté a mi mamá una noche ingenua y espontánea. Ella es maestra hace décadas, lo fue de tres cuartas partes de San Isidro. Le expresé que para mí los años no pasaban, que me siento como cualquiera de las chiquilinas con las que trabajo. Y fue justamente ahí que la adultez me sopapeó la cara, cuando mi madre con sapiencia me contestó: “Ay gordita, ¿viste? ¡A mí me pasa lo mismo!”

 
 
 

Commentaires


¿Quién está detrás de
Pajas Bravas? 

Me llamo Valy. Desafortunada en el juego, tengo toda mi fortuna en casa. Soy mamá de tres varones y de una mariposa que voló hace cinco años. Atrapada en un duelo durísimo, encontré la salida a través de Pajas Bravas, el rincón que me liberó y desde donde hoy simplemente escribo...

 

Y justo, cuando la oruga pensó que era el final, se convirtió en mariposa

Recipe Exchange @ 9pm!

Temas Relacionados
También en Facebook
  • Facebook Basic Black

Pajas Bravas  en Facebook

Mis Sponsors

© 2023 by My Weight Lost Journey. Proudly Created with Wix.com

bottom of page